jueves, 3 de enero de 2013

CAPARRÓS-VILLORO, LA DUPLA FUTBOLERA

Ida y Vuelta es el libro futbolero que acaba de publicar Seix Barral. Se basa en el intercambio de e-mails que mantuvieron el argentino y el mexicano durante el Mundial de Sudáfrica.
Martín Caparrós y Juan Villoro acaban de publicar el libro Ida y Vuelta, una correspondencia sobre fútbol (Seix Barral). Se trata de un nuevo lanzamiento futbolero, que esta vez está centrado en la mirada que tuvieron y que intercambiaron durante la disputa del Mundial de Sudáfrica 2010.

Ambos escritores, ambos periodistas, el argentino y el mexicano dan en este título una visión que escapa a la simplemente deportiva. A través de e-mails consecutivos analizan no sólo todo lo que se mueve alrededor de un Mundial, sino lo que ello significa. Y lo que sintetiza, además, el amor por la camiseta de un seleccionado.

Mientras Caparrós lo cuenta desde diferentes países, ya que se la pasa viajando y pernoctando en hoteles de mala muerte, Villoro contesta desde su México. Así es como entre ellos mismos se definen, a lo largo de esta correspondencia cibernética, como nómade uno y sedentario el otro.

Hay en Ida y vuelta algunos conceptos que permiten la reflexión, que –como en este caso- puede ser humorística. Si algo abunda en estas casi 200 páginas es, por suerte, el humor. La derrota mexicana a manos argentina se toma de esa manera. Sin embargo, no se tomará así la del conjunto de Diego Maradona ante los alemanes. Tal vez porque Villoro sabía de antemano las escasas posibilidades de los suyos ante los nuestros, por un lado; y posiblemente porque Caparrós, como todos los argentinos, creíamos en el milagro y en la suerte y en que, en definitiva, Alemania no era el cuco del torneo.

“El fútbol es uno de los temas menos prestigiosos de este mundo y, al mismo tiempo, hay pocas lenguas tan habladas como el fútbol: en casi cualquier lugar, momento, encuentro es posible reemplazar un silencio molesto por la complicidad instantánea y breve de un comentario futbolero”, escribe Caparrós, quien más adelante hará una concisa pero interesante reflexión sobre la situación de la hermana del uruguayo Gabriel Forlán. Quedará claro desde el vamos que la mirada no es sólo futbolera; sino que el fútbol es una excusa para hablar de otras cosas.

Otra reflexión a destacar es la de Villoro, cuando refiere al difícil puesto del director técnico: “Si alguna gente que has conocido en tu viaje no sabe si odia o quiere su trabajo, todo técnico detesta la mitad del suyo. ¿Por qué lo ejerce? Estamos ante un mártir y verdugo a medias, que padece con estoicismo y luego se pone cabrón. Un trabajo ideal para gente bipolar o superhéroes, que siempre son bipolares: Bruno Díaz padece a los directivos y Batman festeja los goles”.

Hay referencias a la historia, a las culturas de algunos países y hasta se produce un parate cuando Caparrós se enferma. Luego, será internado en el Hospital Italiano de Buenos Aires, por Malaria. Más tarde, se recuperará y continuará sus diálogos con Villoro. Seguramente habrá muchos más, pero para los futboleros, los que aparecen en Ida y Vuelta serán suficientes como para mirar al fútbol desde un lugar distinto.

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