LA BALANDRA, UNA REVISTA PARA LEER EN SERIO

Es sobre literatura, sale cada tres meses y tiene muy buenos textos. A nosotros nos llegó sorpresivamente. Y la sorpresa fue grata. Eso sí, no es barata (36 pesos), pero bien vale invertir en ella.

En la tapa del tercer número de esta revista el título es “¿Imaginación o experiencia? ¿Qué ayuda más para escribir ficción?”. En la nota escriben varios. Entre ellos, Marcelo Figueras, Mori Ponsowy, Eduardo Berti y la genial María teresa Andruetto. Pero todos los textos están buenos como para pensar y repensar un tema que aqueja tanto a los escritores como a quienes quieran serlo.

Hay también un reportaje a Claudia Piñeiro. La escritora está muy bien presentada por el autor de la entrevista, Mauro Yakimiuk; aunque es ella misma quien luego se irá presentando con sus respuestas, donde también hay un interesante apartado con correcciones que le hizo a su novela “Elena sabe”.

Las secciones que tiene la revista son interesantes, originales. Una de ellas es “El escritor como lector”, en la que habla de los libros que leyó y que lo marcaron Juan Diego Incardona.

Pueden leerse varios cuentos cortos de distintos autores. Entre ellos, los muy buenos de la sección “Nuevos narradores” y los de “Narradores extranjeros”, donde en esta ocasión el espacio es copado por escritores croatas.

Tan buena como trabajada, y con grandes ejemplos, es la nota titulada “Grandes rechazos editoriales”. Allí desfilan las pesadumbres de James Joyce, Nabokov, John Kennedy Toole y Oscar Wilde, entre otros. No es menor tampoco el texto “Leer a Cortázar hoy”, de Elsa Drucaroff. Tan interesante como esas dos es la nota “Libreros y librerías”, donde Silvina Friera recorre el mundo de los vendedores de libros; Rayuela, Polo Norte, Eterna Cadencia y Clásica y Moderna son los locales elegidos. No dejen de leer ninguno de estos tres artículos.

Para el cierre, un pequeño y contundente homenaje al Flaco Spinetta sirve para despedirse de esta edición que, al menos a nosotros, que no conocíamos a la revista, nos sorprendió más que gratamente.