El 30 de octubre, en la Cámara de Diputados se hizo
un reconocimiento a una de las mejores exponentes de la historia del tenis
argentino. Pero no fue sólo eso. A Mary Terán de Weiss la ignoraron sus colegas.
Le recriminaban su acercamiento al gobierno de Perón. El olvido hizo también lo
suyo, hasta que se suicidó el 8 de diciembre de 1984, en Mar del Plata. Tenía
66 años cuando se tiró de un séptimo piso.
En 2007, el estadio de Parque
Roca fue bautizado como Estadio Mary Terán de Weiss. Sin embargo, desde el
macrismo se la sigue ignorando.
Como tenista, se destacó en el
país e internacionalmente; también se le animó a la natación: hasta cruzó a
nado el Río Paraná. Todo eso se recuerda en el libro del periodista Roberto
Andersen, titulado simplemente “Mary Terán de Weiss” y publicado por Ediciones Fabro,
cuyo director editorial, Fabián D’Antonio, recibió de la diputada María Inés
Pilatti Vergara una medalla en reconocimiento por haber avalado ese trabajo.
El trabajo de Andersen sirve para
acercarse un poco más a la figura de Terán de Weiss. También permite entender
un poco más aquella época para saber la incidencia que siempre tuvieron los
deportistas en la sociedad argentina.
Siempre vale destacar cuando una
editorial apuesta a rescatar del olvido –o impedirlo, que es casi lo mismo- a
alguien que merece ser recordado por siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario