(Por Alejandro Duchini; en Twitter, @aleduchini)
La Editorial Del Nuevo Extremo publicó “Correr o morir”, un libro escrito por Kilian Jornet, cuatro veces campeón del mundo en una disciplina dura por demás. A continuación, va una entrevista con el autor de este trabajo y una breve explicación de lo que este deporte.
La Editorial Del Nuevo Extremo publicó “Correr o morir”, un libro escrito por Kilian Jornet, cuatro veces campeón del mundo en una disciplina dura por demás. A continuación, va una entrevista con el autor de este trabajo y una breve explicación de lo que este deporte.
En Internet, se encuentra como
definición que “el skyrunning es la disciplina de correr en montañas con
alturas por encima de los 2000
metros, con una inclinación mayor al 30% y con
dificultad de escalada no superior al grado 2”. También se explica que se clasifica en
skymarathon (entre 30 y 42 km;
el asafalto debe ser menor al 15% del recorrido), skyultramarathon y skyrace
(distancia mínima 20 km,
máxima 30 km,
entre 2000 y 4000 metros
de altura sobre el nivel del mar). La Federación Internacional
de Skyrunning fue fundada en 2008.
Filian Jornet, tal vez el mayor
exponente de esta actividad tan dura que mete miedo de sólo imaginar que uno
debe participar en ella, habló con Libros y Pelotas sobre el libro que se acaba
de publicar y, además, de éste, su deporte preferido, y de por qué la vida y el
deporte pueden ser dos en uno.
-¿Considerás al Skyrunning un deporte? ¿Qué cosas aprendiste
puntualmente de esta actividad para tu vida en general?
-El skyrunning es desde hace
tiempo considerado como un deporte, y me ha enseñado valores como el esfuerzo,
la constancia, la humildad, entre muchos otros.
-Cómo se genera en vos tu pasión por los deportes?
-Desde pequeño crecí rodeado de
naturaleza, y ese fue el terreno donde empecé a practicar deporte con aquello
que tenia al lado; correr por un valle, escalar una montaña, esquiar… Más tarde,
a nivel profesional, el deporte es la manera que he encontrado para poder vivir
de la naturaleza.
-¿Cuál fue la influencia de tu familia para introducirse en el mundo de
los deportes extremos?
-Es una influencia muy grande; mi
familia vivía en un refugio de montaña, a 2000 metros de altura,
y ellos fueron los que me transmitieron y me siguen transmitiendo el amor y el
respeto por la montaña.
-¿Qué sentís ante el hecho de ser la persona que más rápido bajó el
Kilimanjaro?
-¡Es una gran satisfacción! El
Kilimanjaro es una montaña muy bonita y muy especial, donde ya había estado
anteriormente y me alegra haber tenido la oportunidad de volver para hacer ese
récord. De hecho, es más importante el valor simbólico que tiene para mi, más
que el récord en si.
-¿Qué significa “morir en el intento”, como decís durante el libro que
acabás de publicar?
-No es algo literal. Lo que
quiero decir con esa frase es que hay que hacer todo lo posible para conquistar
nuestros sueños, esa es la única forma de encontrar la felicidad.
-¿Qué es dolor para vos? ¿Por qué vas por la gloria y el dolor al mismo
tiempo? ¿Puede una vivir sin la otra?
-El dolor es algo que, en mi
profesión y en muchas otras, es sinónimo de “gloria”; para triunfar hay que
sufrir. Seguramente se puede vivir sin la otra, pero lo que me refiero es que
hay que esforzarse y luchar por lo que se desea, dando lo mejor de nosotros
mismos.
-¿Qué papel juega la mente mientras se hace el esfuerzo?
-¡Es muy importante! Yo diría que
en carreras de largo recorrido es 50% físico y 50% mental, ya que cuando las
piernas no tiran, el cerebro te ayuda a seguir corriendo, y al revés.
-¿Tenés alguna metodología mental para resistir el esfuerzo y ganarle
al dolor?
-Si: cuando siento que ya no
puedo más, siempre intento engañar a mi cerebro para que no sienta el dolor y
pueda seguir corriendo. Por ejemplo, me invento historias o canto canciones,
así mantengo la mente ocupada y puedo intentar acabar la carrera.
-¿Por qué se hace un deporte extremo a pesar del sufrimiento que se
padece?
-En mi caso, porque es la manera
que tengo de seguir en contacto con la naturaleza y la montaña, que es lo que
más me apasiona. Además, durante ese tiempo en que corro disfruto y me
encuentro en mi entorno natural. La satisfacción cuando terminás un esfuerzo de
tal calibre es enorme.
-Decís en el libro que no creés que para relajar la mente haya que
pasar necesariamente por el cuerpo. ¿Podrías explicar con mayores detalles este
concepto?
-Como decía, hay que saber
controlar el propio cerebro para que nos permita seguir haciendo lo que
queremos. En un momento de la carrera tu cuerpo sólo siente dolor y querrías
parar; eso seria lo que el cuerpo te pide. Pero si sabes relajar la mente y
convencerla de que debes seguir corriendo, seguramente podrás avanzar más que
si solo te fías de tu cuerpo.
-¿Hiciste algún trabajo mental particular?
-He ido aprendiendo con el
tiempo, a base de muchas horas de entrenamiento y carreras. Mi forma de pensar…
no sé… supongo que he cogido inspiración de varios sitios; de mi educación, de
personas con las que me he cruzado.
Foto: Markus Berger
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